Fernández Cata explicó que los vientos en la región tropical siguen soplando de este a oeste, como suele ocurrir. Durante un fenómeno del niño, estos vientos se debilitan hasta invertirse, lo que trae consigo una gran cantidad de humedad generada por el calentamiento del océano y que se transmite a la atmósfera. Estos vientos llevan esa humedad hacia Sudamérica y provocan lluvias por encima de lo normal.
AG